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Daína Chaviano (Autor)

Entrevistas

No más zombies, dictadores ni catástrofes: esta escritora imagina la Cuba que nadie adivina

Autor: Sarah Moreno

Fuente: El Nuevo Herald

Si alguien era un lector en La Habana de los 1980 es difí­cil que no haya tenido en sus manos un ejemplar de Los mundos que amo (Ediciones Unión, 1980). Con esta ópera prima, Chaviano consiguió apartar a sus lectores de una existencia uniforme en la isla y buscó la belleza, que definió en La isla de los amores infinitos como -un golpe que paraliza (...) la certeza de hallarse frente a un hecho que, pese a su aparente temporalidad, va a trascendernos .

Cuidando el estilo y los detalles históricos, a Chaviano le tomó una década escribir su nueva novela, Los hijos de la Diosa Huracán, demora que atribuye a la complejidad del tema.

-Desde mi novela anterior hasta esta, siento que ha transcurrido toda una vida. Cada libro nuevo conlleva un aprendizaje. Es un desgaste emocional que no puedes evitar si respetas tu oficio. Uno intenta hilar cada vez con mayor cuidado, exigiéndose más y más .

La novela contiene dos historias paralelas que transcurren en épocas diferentes: una, en la Cuba de hace cinco siglos, cuando se producen los primeros contactos entre taí­nos y españoles; la otra, un thriller que se desarrolla en un futuro cercano.

-Tanto la trama criminal como la reconstrucción de la sociedad taí­na, con sus costumbres, sus códigos sociales y sus caracterí­sticas espirituales, requirió de una exhaustiva investigación que me llevó a buscar especialistas en documentos antiguos, visitar museos, entrevistarme con detectives, estudiar la morfologí­a del idioma taí­no, explorar el panteón de dioses indocubanos, localizar vestigios de ceremonias indí­genas , cuenta.

En este proceso, la intriga y la historia se van tejiendo para imaginar una Cuba en el futuro con varios partidos polí­ticos, en la que temas como la ecologí­a son clave en las propuestas democráticas. Al mismo tiempo, el flujo y los viajes entre Miami y la isla se desarrollan en una total normalidad que se ve interrumpida por un asesinato, el que por cierto investiga un policí­a cubano que arribó hace pocos años a la ciudad.

¿Cómo es la Cuba literaria que imaginas y en qué sentido crees que diferirá de la realidad?

Estamos saturados de distopí­as. No hay más que ver las series y filmes que proliferan sobre cataclismos provocados por zombies, sociedades atrapadas en dictaduras o futuras catástrofes globales. Personalmente me agotan las distopí­as. ¿Para qué crear más desaliento, si ya estamos viviendo en un mundo así­? Lo peor es que, con esas imágenes, estamos reforzando la idea de que ese futuro es inevitable; y si seguimos atrapados en ellas, esperando lo peor, eso es lo que tendremos. Cuba no escapa a esa tendencia. No conozco un libro o pelí­cula donde se visualice una salida a la hecatombe que llevamos viviendo seis décadas. Mi novela propone otra posibilidad... (Texto completo en PDF).