"Toda la novela se plantea como un juego de apariencias que posibilita dar lugar a realidades semejantes. Siguiendo los preceptos bÃ?¡sicos de la magia, la experiencia de Gaia junto al orisha constituye una realidad alternativa que, en Ã?ºltima instancia, reflecta su propio mundo interior. Podemos decir que la autora utiliza el componente mÃ?¡gico como repeticiÃ?³n en aras de conseguir un espejismo de realidad. Durante la ceremonia de Iroko, OshÃ?ºn zanja la curiosidad de Gaia: "Lo que ves es un reflejo de lo que ocurre ahÃ? afuera, al otro lado de la reja. Solo que a otro nivel?. [...] Un espacio predomina bajo pinceladas abstractas: la Isla entera metaforizada en una prisiÃ?³n bordeada por mar, donde los personajes fuerzan los lÃ?Âmites del erotismo para gestionar nuevas formas de supervivencia." (Texto completo en PDF)